jueves, 10 de enero de 2013

Silencio








El silencio
está,
corroe,
declina al cuerpo en gritos
a la oscuridad,
en lágrimas a la toalla sucia
nunca limpia por el tiempo.

El silencio penetra y come,
se multiplica en soledad.
El silencio del descanso no existe
en la tez agredida,
en la pupila distante,
en el río estancado,
en la llanura henchida de malvas
y tierras del otro lado...

El silencio se concentra
en los arrullos de dolor
que mecen las viejas fotografías
de la montaña
desde la que se emprende el vuelo...

Ese silencio no tiene color
de noche, de amor, de uno abrazados.
No tiene luz, ni dirección, ni salida...
Está cercado por la embajada
de la distancia y el vacío,
presidiendo la ciudadela
del otra vez será,
"venga usted mañana",
lo siento no es aquí,
no vales para esto
o,
         simplemente,
no,
         no es a ti
         a quien quiero...









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