ES UN DÍA CUALQUIERA
basado en la foto ganadora
del Pulitzer del año 1994
Es un día cualquiera
para cualquiera.
Una guerra distinta...,
distante.
Uganda, Colombia...
Chechenia, Eritrea...
Mozambique...
Esa foto tuvo premio.
Era sencilla,
tan simple,
como la vida de ellos.
Un buitre
(quién sabe si jalonado de orgullo)
revestía su corona de paciencia
con el éxito de la espera
como colofón a su hambre.
Un niño aguarda. Solo.
Tan sólo eso,
a la espera de que se cortare el hilo
que amargamente le ha unido
al curioso hábitat que le tocó sufrir,
llamémosle vida.
Está tumbado,
parece el pobre Platero,
ya agónico,
panzudo...,
sólo que el hambre
le ha dejado sin carne,
sólo, con huesos
"que se dirían todos
de" carbón.
En otra vida, tal vez,
le tocó preguntarse
si era eso
lo que le tenían guardado
los dioses para él.
No encontró contestación
pero insistió e insistió.
Quería saber
el porqué,
si es que de eso
se trataba el vivir.
.
Ahora
ya no hay porqués que valgan.
A él sólo le toca morir (quizá otra vez)
devorado como carroña e inmundicia,
sin una súplica, sin un "por favor",
sin una caricia, sin un desprecio,
sin un adiós pasajero o repleto de lisonjas.
Mirad qué bello. El buitre altivo.
Mirad.
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© Foto de Kevin Carter, ganadora del Premio Pulitzer del año 1994 |