miércoles, 10 de julio de 2013

Voz







Crepúsculo de razones
Pensamientos e ideas,
Nido de remordimientos
Atribuido a tus fantasmas.
Dime, ¿cuándo aprenderás
A ser la imagen de tu ser
Y dejarás correr la voz
Que te atormenta?



Tal vez



Al  escritor de Marina


Estuve allí alguna vez o no.
Tal vez visité algún rincón deseado.
O fue el deseo el que se cercioró
De que ése fuera mi destino.
No sé.
Sé que estuve allí alguna vez.
No me preguntes cómo llegué
A convencerme de esa gesta
Pero hay mentiras tan necesarias
Para vivir y construirnos
Que se diría que la vida
No es sino eso,
Una fototipia surgida del interior
Que llamamos deseo,
Un huecograbado repleto de vacíos
Extraídos de otros cuentos, otras vidas,
Otros versos arrancados a múltiples idas.
Necesitamos soñar aun incluso
Cuando hemos de asumir que podemos morir soñando
Tal vez
Inventándonos a nosotros mismos,
Solo así recordaremos lo que nunca sucedió.




Luz





Oscuridad y muerte
Ventana de luz al fondo
Desde donde, dicen,
Veremos la eternidad.
Mientras, seguiremos postrados
Ante la voz herética
Del grito,
       Por seguir, aquí,
Entre los muertos,
Aunque a aquello lejano
Y distante,
         Algunos
Se empeñen en llamarlo luz.



Flujo





Flujo
           Constante
Alarido y dolor
Coito refulgente
                           En el desván del ayer
Definición de amor
           Eufemismo del recuerdo







domingo, 26 de mayo de 2013

El límite de ella

Tras la bondad de un silencio
salió de lo más profundo el odio
sembrado por la hediondez
y la malversación de recuerdos
podridos en los sótanos del miedo.
Él se limitó a dejarse llevar.
Ella a ser llevada al límite...
Tras un titubeo vital trágico
él ya no recordaba nada
cuando acampó en comisaría...
Decía no saber qué había pasado
y no entendía qué hacía allí..

Sabía que si todo iba bien
en poco tiempo se vería en la calle,
                                                      libre.

Y el suceso, que ya volaba solo,
acabó en las portadas de sucesos
a la espera del olvido más absoluto
horas después,
                        tras el partido de fútbol.

jueves, 7 de febrero de 2013

Dejar paso








En tiempos de lluvia y oscuridad
las ideas del otro mundo
que nos atormenta,
se agolpan llamando a nuestra puerta
para convocarnos
a la agonía del remordimiento...

Es ahí cuando afloran
las expresiones de la mirada
fija a ninguna parte.

Es cuando el arco iris
deja de existir para dejar paso
a las tonalidades del silencio y la soledad.




















sábado, 2 de febrero de 2013

Por qué







Por qué el silencio después...
Por qué la duda antes...
Por qué el sabor amargo siempre...
Por qué tú en mi, toda...
Por qué la vida sola...
Por qué la mente lucha...
Por qué el amor desaparece...
Por qué la mar se riza...
Por qué el azul se ennegrece...
Por qué la noche estalla...
Por qué hiela cuando amanece...
Por qué se quiere cuando se llora...
Por qué lloras, alma mía...
Por qué luchas pobre loco...
Por qué quieres si no llegas...
Por qué corres si siempre huyes...
Por qué soplas si en ti nieva...
Por qué gritas si no te oyen...
Por qué gimes si no amas...
Por qué sufres en perpetuo silencio...
Por que tú, si no hay nada...
Por qué andas cuando cae la tarde...
Por qué allí, si nunca el allí viene...
Por qué habita el calor en la montaña...
Por qué llega el dolor una noche...
Dime..., por qué.















Existencia silenciosa







En los días de la existencia silenciosa
donde pernoctan los rescoldos
visados al olvido,
limpias la excrementada cara
que rescataste del rincón de la cisterna
para dejar que corran las heces
del viento distante,
                                 de la distancia doliente,
del duelo constante,
                                    de la sinuosa y creciente
derrota penetrada en tu vista ciega.

Hueles a nada,
                         lo que queda
después de haberlo sido todo
para la soledad
que te queda por llegar...















Hace solo un momento









En las hojas del anonimato
se postran las palabras que se aferran,
rasgadas ante la duda del tiempo,
víctimas de los recuerdos
a una música, a una foto...,
a algo familiar capaz de decir
la frase que..., arrebatada,
te confirió en un pasado
la grandeza de dejarte
hace sólo un momento,
con la mirada fija en el vacío.




















El susurro del adiós








Y en cualquier lado
de ningún sitio
te llegó el susurro
del adiós definitivo...
Ahí perdiste la melodía
de tu alma... Ella
se limitó a llevársela
al rincón de la desdicha.
















lunes, 28 de enero de 2013

Óleos de Carlos Pardo








Carlos Pardo Gómez




   Carlos Pardo Gómez nace en 1970 en Murcia. Desde muy joven aprende a conocer el oficio de pintor en el taller familiar de escultura, pintura y grabado.

  Realiza desde hace años un conjunto de obras donde fusiona naturalismo y modernidad. Profundiza en la pintura con bodegones, retratos y paisajes que encierran un cúmulo de ideas abstractas buscando la pureza de las formas y el color como herramienta. Actualmente investiga y desarrolla estas ideas trasladándolas a la pintura en forma de paisajes y encuentros con la figura humana.

   Ha obtenido en 2011 el Primer Premio de Pintura en el Concurso Nacional de Pintura Villa de Fuente Álamo.

   Por último, las obras reunidas en esta exposición virtual para El coloquio de los perros titulada Óleos fueron elaboradas hace tres o cuatro años y lo curioso es que, al día de hoy, siguen alzándose, ante la sencillez de lo cotidiano, en su espléndida magnitud, vigentes y contemporáneas, cercanas y eternas, frugales y temperamentales.

   Demos un paseo.








"Autorretrato con libros" de Carlos Pardo Gómez
Autorretrato con libros


De la imagen sale el cuadro, que es luz, y surca un inframundo de yoes que en la instantánea del pincel anidan perennemente… En la quietud de la naturaleza, que algunos llaman muerta, anida un bodegón de trazas que nos dibujan y es sólo ahí, en esa viveza encontrada de una dinámica quieta, donde anida la existencia de la mirada. Entonces… ¿quién mira a quién? Tal vez, eso, sea lo real y nosotros sólo la naturaleza muerta frente a los trazos creadores.








"El río lloviendo" de Carlos Pardo Gómez
El río lloviendo


Vía de vida, carretera de agua, travesía a algún lado, pista de tiempo, senda de azul, blanco 
y gris, vereda de hoy, avenida, bulevar de juncos, ronda y paseo, recorrido de miradas fijas en el horizonte, itinerario de trayectos, viajes acabados, rumbos inconclusos. Llueve. El tiempo nunca es hostil porque ella siempre está al fondo. Da igual quién o qué. Llueve y hay mucho detrás de todo, más allá de todo, al fondo…

¿Quién llueve? El acceso, el alcorce, el azagador, la calzada, la carrera, la derrota, la dirección, la distancia, la estrada, el itinerario, la línea, la marcha, el pasaje, la pista, el recorrido, la ruta, la singladura, el tránsito… ¿Qué llueve?








"Homenaje a Poe" de Carlos Pardo Gómez
Homenaje a Poe



«Habíamos dejado abierta la puerta principal de la casa. El visitante entró sin llamar y subió algunos peldaños de la escalera».
Los crímenes de la Rue Morgue

«[…] cuando una mirada casual al dibujo pareció encadenar su atención».
El escarabajo de oro

«Reflexionemos ahora con respecto a las huellas de la lucha».
El misterio de Marie Rogêt

«El sufrimiento es múltiple. La desgracia en la tierra es multiforme. Desplegada sobre el ancho horizonte, como el arco iris, sus colores son tan variados como los matices de éste, a la vez que tan distintos y sin embargo, tan ínfimamente fundidos».
Berenice











"Luz de amanecer" de Carlos Pardo Gómez
Luz de amanecer



Ya la luz avergüenza a la noche desplazándola. Tal vez a otra hora reinará la oscuridad pero la luz, que es conjunto de pinceles, ahora, reinará en esta particular relación de plano y espacio. Tras el cristal renace ese aire de mañana barnizado por una hojarasca de brillo que augura el renacer, el carácter cíclico del hoy, cuando se hace presente. Esa luz de amanecer tan ansiada pulula entre las sombras. Los retratos reclaman su ser y advertimos vida en la quietud de la ya caduca noche







 



"Ramas de algodón" de Carlos Pardo Gómez
Ramas de algodón


Ramas de algodón…

Pequeños terrones de azúcar endulzan la vista. Ésta que es ingenua e inexperta, sólo curtida por la experiencia, atisba brotes de aguanieve, gránulos de cinarra, o tal vez un granizo blando o pequeños gránulos arrebatados a una lluvia engelante. Tales perdigones de campo anudados en pequeñas ramas cazan miradas que admiran su tono blancuzco solo manchado por el tiempo. Esos pequeños prismas de hielo juegan a ser miles de espejismos.

Ramas de algodón portadores de trazos de quietud, tiempo, fondo, ayer, lagar lleno de azul y blanco, niñez, sonrisa, rojo, trozo de vida calibrada en el prisma de lo íntimo, lo privado o quién sabe si lo imperecedero...










"Vista hacia Ricote" de Carlos Pardo Gómez
Vista hacia Ricote


Es al fondo donde lo veo. El pico. Y él, que surca el horizonte y corrompe la lejanía con su altura, sólo es visto por el que, sumido en el paisaje, sabe convertirse en paisanaje y mira, como nosotros, hacia el ahí de la distancia creando y haciendo real cuanto ve. La luz cercana, que se va perdiendo en la espesura del camino, traza senderos laberínticos de colores, barrancos de luces, ramblas de verdes adoquinados a una identidad otorgada sólo por el que mira desde arriba y todo lo ve. Tal vez sea aquel, el pico o un dios demiurgo de la antigüedad o el alféizar de una ventana sobre la que asomarse, el haz de luces hacia la verdad que irradia cuanto atendemos








Textos y citas: Emilio del Carmelo Tomás Loba
Publicado en: http://www.elcoloquiodelosperros.net/numero30/vid30pa.html















domingo, 27 de enero de 2013

¿Y tú me lo preguntas?











Paz, sosiego, armonía, belleza, luz,
camino, resplandor, huella, mar,
agua, aire, tierra, fuego,
bendición, risa, felicidad, estrella,
ahora, ya, siempre, futuro,
densidad, magnitud, certeza,
edén, extensión, vastedad,
allá, leyenda, mito, cuento, verdad,
ahínco, esfuerzo, más,
porvenir, llegada, cúspide,
torre, viento, trigal,
humedad, lluvia, lago,
filosofía, idea, acto,
frugalidad, pueblo, retiro,
mirada, búsqueda, calor,
lengua, comida, semilla,
juego, niña, habla, llama,
familia, mundo, astros, constelación,
dormitorio, luna, labio,
brillo, huerta, mágico,
baile, danza, música, vida…

Podría seguir catalogando mundos
o situaciones posibles
pero los elementos necesarios,
los aquí reunidos
                             y los ausentes
saben de ti y de tu labor como demiurgo
necesario…
Me pregunto qué hubiera sido
de los mundos mediocres o perecederos,
como el mío,
si tú no hubieras traído el lenguaje…
Qué sería de la palabra sin tu presencia.








































El anhelo








           El abrazo de la oscuridad
           portaba la guía de la esperanza
           al campo de la soledad mojada en arena.
           Tú y la cama, el sueño y tus deseos...
           Bonito mundo de cercas de espinos
           que no dejan bordear a la necesidad
           el anhelo del grito...
























Cada cierto tiempo









Palidece la rabia ante el deseo
que espina el camino
del sueño,
                     el rechazo,
la mirada perdida
que nunca se fijó en el letargo
que dormita en la soledad de un hilo de piedra
y que
            regresa cada cierto tiempo.





























sábado, 26 de enero de 2013

Pasado











No tienes derecho
a ver en mi espejo
la imagen de la otra noche tuya.
Así, no puedo ser luz
si a cada paso
me oscurece tu pasado.


















Memorias estériles








Ya no sé hace cuánto
pero el silencio eterno, pleno de horizonte,
me arrastra náufrago, por su destino.
Fue aquí donde canté, donde quise
definir los ruidos vagos, casi indelebles,
por ver si sonreía,
    pero abandoné todo intento,
al no poder con los trazos de la memoria...
Cada hoja de mi vejez
quisiera dar cuenta de los estíos y claros de luna
que han pasado por mis soles,
marchitos por la ausencia,
pero tal vez ya es tarde...
Me veo ahora, casi como extraño,
en estas líneas que hace ya
muchísimo tiempo quise dar forma,
quedando eternas
ante la brisa y los ropajes del tiempo...
Lo siento, no he sabido dar con
el lugar de una acción de un tiempo...
pero no pasa un día sin que sueñe
con la neblina que empaña un mundo
que un día quise y no supe retratar.