En tiempos de lluvia y oscuridad
las ideas del otro mundo
que nos atormenta,
se agolpan llamando a nuestra
puerta
para convocarnos
a la agonía del remordimiento...
Es ahí cuando afloran
las expresiones de la mirada
fija a ninguna parte.
Es cuando el arco iris
deja de existir para dejar paso
a las tonalidades del silencio y la
soledad.
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